La próxima oportunidad para sumarte

estará disponible

del 1 al 5 de diciembre

¡Qué miedo encontrar lo que busco!

¡Qué miedo encontrar lo que busco!

¡Qué miedo encontrar lo que busco!

¡Qué miedo encontrar lo que busco!

|

Edición #9

|

4 ene 2024

|

Edición #9

|

4 ene 2024

|

Edición #9

|

4 ene 2024

|

Edición #9

|

4 ene 2024

Mi hijo tiene veinte años.

Como la mayoría de jóvenes se encuentra ante un mundo retador.

Exigente.

Confuso.

Con cara de pocos amigos muchas veces.

-

Lo acompaño en su transición de: joven → a adulto autónomo.

Para él no es fácil.

Admito que para mí como su mamá, tampoco lo es.

Ni como individuo.

-

Todos tenemos sueños

Niños, adolescentes, jóvenes o adultos de cualquier edad tenemos sueños, deseos, intenciones, necesidades.

Tendría lógica que accionáramos en la dirección de lo que, al menos creemos, nos conducirá en la dirección de vivir esos deseos.

¿Verdad?

Lógica tiene, sí.

Pero no sucede así en muchos casos.

Especialmente cuando eso que deseamos representa una amenaza en algún lugar de nuestro inconsciente.

¿Cuántas veces te has sentido en una contradicción al inventarte mil excusas para no hacer eso que tanto dices que quieres hacer?

Suele verse más fácil en otros.

En los hijos es súper fácil notarlo.

Y criticarlo también… sin darnos cuenta que a nosotros nos sucede igualito.

-

Hay razones

El miedo a conseguir lo que queremos puede tener raíces tanto filosóficas como psicológicas, y refleja aspectos complejos de la naturaleza humana.

Desde fuera podemos ver síntomas y es fácil quedarnos enganchados en ellos como si fuera por eso que no hacemos lo que decimos que queremos hacer.

Nos pasa a nosotros… le pasa a nuestros hijos.

Algunos de esos síntomas pueden ser:

  • Sensación de insuficiencia.

  • Miedo a la decepción (propia y de otros)

  • Falta de responsabilidad.

  • Flojera y comodidad.

  • Adicciones que distraen y desvían.

  • Victimización y justificación.

  • Autosabotaje o síndrome del impostor (que nunca son tales en realidad).

  • Procrastinación y evasión.

  • Altos y bajos emocionales e irritabilidad.

-

Ojo con no confundir los síntomas con las causas de fondo detrás de ellos.

Reconocer los síntomas no nos libera de que sigan manifestándose.

Pero es un inicio hacia descubrimientos más profundos.

Además, en lo personal nos ayuda a estar más conscientes y a ser menos reactivos.

Como padres, nos apoya a ser más compasivos y eficientes en el acompañamiento que le damos a nuestros hijos.

Llegar a las raíces detrás de los síntomas que comenté anteriormente toma trabajo de autoindagación y apoyo para ver lo que no vemos.

Pero quedarnos for ever quejándonos de la contradicción en la que nos encontramos —o en la que ellos se encuentran— definitivamente no nos ayudará en nada.

-

Soluciones contraintuitivas

Generalmente solemos evitar aquello que tememos.

¿Verdad?

Es un mecanismo de supervivencia natural y comprensible.

Si bien en ocasiones puede tener sentido hacerlo, admitamos que muchas veces la “amenaza” que vemos es una elucubración, proyección o conclusión que realmente no nos pone en peligro.

Podemos explorar, sí.

Pasar meses en terapia. También.

Pero hasta que nos enfrentemos con la circunstancia cara a cara… es poco probable que logremos atravesar el reto.

Y pasarán los meses y los años con ese sueño pendiente.

-

La acción precede a la motivación

Para evolucionar y crecer más allá de nuestras limitaciones, lo último que necesitamos es confort.

No estoy hablando de registrarnos ya en el próximo evento de Tony Robbins 🤪, darnos látigo o empezar a levantarnos a las 3AM para “hacer más”.

Pero sí necesitamos cierto nivel de estrés.

Sabio. Inteligente. Consciente.

Del tipo que surge cuando enfrentamos el miedo ante lo que deseamos.

🔥 Porque la incomodidad es necesaria para el crecimiento y la expansión.
-

Te acompaño a incomodarte :-)

Soy especialista en incomodar consciente y eficazmente a la gente 😅 y tengo varias opciones que puedo ofrecerte en este momento:

  1. Taller Práctico para iniciar el año con Visión, Foco y Sabiduría, en «​Continuum ∞ Membresía​».

    Será un Taller de unas cuatro horas, con perspectivas filosóficas y ejercicios prácticos que te apoyen a priorizar y acercarte de forma consciente y eficiente a ese sueño. .

  2. La comunidad de «​Divenire​» como un espacio para hacer preguntas y obtener respuestas en temas de hijez y de crianza, en dos encuentros íntimos al mes.

    Además tienes un podcast con temas significativos y dos videos cada mes en los que te apoyo a ir poniendo en práctica las teorías.

Ambas comunidades las abro solo los primeros cinco días de cada mes.

Espero que puedas sumarte mañana viernes antes de la media noche.

Cualquier cosa, escríbeme un email y vemos cómo puedo apoyarte.

-

Abrazos muchos, de corazón a corazón,

Evelyn

Mi hijo tiene veinte años.

Como la mayoría de jóvenes se encuentra ante un mundo retador.

Exigente.

Confuso.

Con cara de pocos amigos muchas veces.

-

Lo acompaño en su transición de: joven → a adulto autónomo.

Para él no es fácil.

Admito que para mí como su mamá, tampoco lo es.

Ni como individuo.

-

Todos tenemos sueños

Niños, adolescentes, jóvenes o adultos de cualquier edad tenemos sueños, deseos, intenciones, necesidades.

Tendría lógica que accionáramos en la dirección de lo que, al menos creemos, nos conducirá en la dirección de vivir esos deseos.

¿Verdad?

Lógica tiene, sí.

Pero no sucede así en muchos casos.

Especialmente cuando eso que deseamos representa una amenaza en algún lugar de nuestro inconsciente.

¿Cuántas veces te has sentido en una contradicción al inventarte mil excusas para no hacer eso que tanto dices que quieres hacer?

Suele verse más fácil en otros.

En los hijos es súper fácil notarlo.

Y criticarlo también… sin darnos cuenta que a nosotros nos sucede igualito.

-

Hay razones

El miedo a conseguir lo que queremos puede tener raíces tanto filosóficas como psicológicas, y refleja aspectos complejos de la naturaleza humana.

Desde fuera podemos ver síntomas y es fácil quedarnos enganchados en ellos como si fuera por eso que no hacemos lo que decimos que queremos hacer.

Nos pasa a nosotros… le pasa a nuestros hijos.

Algunos de esos síntomas pueden ser:

  • Sensación de insuficiencia.

  • Miedo a la decepción (propia y de otros)

  • Falta de responsabilidad.

  • Flojera y comodidad.

  • Adicciones que distraen y desvían.

  • Victimización y justificación.

  • Autosabotaje o síndrome del impostor (que nunca son tales en realidad).

  • Procrastinación y evasión.

  • Altos y bajos emocionales e irritabilidad.

-

Ojo con no confundir los síntomas con las causas de fondo detrás de ellos.

Reconocer los síntomas no nos libera de que sigan manifestándose.

Pero es un inicio hacia descubrimientos más profundos.

Además, en lo personal nos ayuda a estar más conscientes y a ser menos reactivos.

Como padres, nos apoya a ser más compasivos y eficientes en el acompañamiento que le damos a nuestros hijos.

Llegar a las raíces detrás de los síntomas que comenté anteriormente toma trabajo de autoindagación y apoyo para ver lo que no vemos.

Pero quedarnos for ever quejándonos de la contradicción en la que nos encontramos —o en la que ellos se encuentran— definitivamente no nos ayudará en nada.

-

Soluciones contraintuitivas

Generalmente solemos evitar aquello que tememos.

¿Verdad?

Es un mecanismo de supervivencia natural y comprensible.

Si bien en ocasiones puede tener sentido hacerlo, admitamos que muchas veces la “amenaza” que vemos es una elucubración, proyección o conclusión que realmente no nos pone en peligro.

Podemos explorar, sí.

Pasar meses en terapia. También.

Pero hasta que nos enfrentemos con la circunstancia cara a cara… es poco probable que logremos atravesar el reto.

Y pasarán los meses y los años con ese sueño pendiente.

-

La acción precede a la motivación

Para evolucionar y crecer más allá de nuestras limitaciones, lo último que necesitamos es confort.

No estoy hablando de registrarnos ya en el próximo evento de Tony Robbins 🤪, darnos látigo o empezar a levantarnos a las 3AM para “hacer más”.

Pero sí necesitamos cierto nivel de estrés.

Sabio. Inteligente. Consciente.

Del tipo que surge cuando enfrentamos el miedo ante lo que deseamos.

🔥 Porque la incomodidad es necesaria para el crecimiento y la expansión.
-

Te acompaño a incomodarte :-)

Soy especialista en incomodar consciente y eficazmente a la gente 😅 y tengo varias opciones que puedo ofrecerte en este momento:

  1. Taller Práctico para iniciar el año con Visión, Foco y Sabiduría, en «​Continuum ∞ Membresía​».

    Será un Taller de unas cuatro horas, con perspectivas filosóficas y ejercicios prácticos que te apoyen a priorizar y acercarte de forma consciente y eficiente a ese sueño. .

  2. La comunidad de «​Divenire​» como un espacio para hacer preguntas y obtener respuestas en temas de hijez y de crianza, en dos encuentros íntimos al mes.

    Además tienes un podcast con temas significativos y dos videos cada mes en los que te apoyo a ir poniendo en práctica las teorías.

Ambas comunidades las abro solo los primeros cinco días de cada mes.

Espero que puedas sumarte mañana viernes antes de la media noche.

Cualquier cosa, escríbeme un email y vemos cómo puedo apoyarte.

-

Abrazos muchos, de corazón a corazón,

Evelyn

Mi hijo tiene veinte años.

Como la mayoría de jóvenes se encuentra ante un mundo retador.

Exigente.

Confuso.

Con cara de pocos amigos muchas veces.

-

Lo acompaño en su transición de: joven → a adulto autónomo.

Para él no es fácil.

Admito que para mí como su mamá, tampoco lo es.

Ni como individuo.

-

Todos tenemos sueños

Niños, adolescentes, jóvenes o adultos de cualquier edad tenemos sueños, deseos, intenciones, necesidades.

Tendría lógica que accionáramos en la dirección de lo que, al menos creemos, nos conducirá en la dirección de vivir esos deseos.

¿Verdad?

Lógica tiene, sí.

Pero no sucede así en muchos casos.

Especialmente cuando eso que deseamos representa una amenaza en algún lugar de nuestro inconsciente.

¿Cuántas veces te has sentido en una contradicción al inventarte mil excusas para no hacer eso que tanto dices que quieres hacer?

Suele verse más fácil en otros.

En los hijos es súper fácil notarlo.

Y criticarlo también… sin darnos cuenta que a nosotros nos sucede igualito.

-

Hay razones

El miedo a conseguir lo que queremos puede tener raíces tanto filosóficas como psicológicas, y refleja aspectos complejos de la naturaleza humana.

Desde fuera podemos ver síntomas y es fácil quedarnos enganchados en ellos como si fuera por eso que no hacemos lo que decimos que queremos hacer.

Nos pasa a nosotros… le pasa a nuestros hijos.

Algunos de esos síntomas pueden ser:

  • Sensación de insuficiencia.

  • Miedo a la decepción (propia y de otros)

  • Falta de responsabilidad.

  • Flojera y comodidad.

  • Adicciones que distraen y desvían.

  • Victimización y justificación.

  • Autosabotaje o síndrome del impostor (que nunca son tales en realidad).

  • Procrastinación y evasión.

  • Altos y bajos emocionales e irritabilidad.

-

Ojo con no confundir los síntomas con las causas de fondo detrás de ellos.

Reconocer los síntomas no nos libera de que sigan manifestándose.

Pero es un inicio hacia descubrimientos más profundos.

Además, en lo personal nos ayuda a estar más conscientes y a ser menos reactivos.

Como padres, nos apoya a ser más compasivos y eficientes en el acompañamiento que le damos a nuestros hijos.

Llegar a las raíces detrás de los síntomas que comenté anteriormente toma trabajo de autoindagación y apoyo para ver lo que no vemos.

Pero quedarnos for ever quejándonos de la contradicción en la que nos encontramos —o en la que ellos se encuentran— definitivamente no nos ayudará en nada.

-

Soluciones contraintuitivas

Generalmente solemos evitar aquello que tememos.

¿Verdad?

Es un mecanismo de supervivencia natural y comprensible.

Si bien en ocasiones puede tener sentido hacerlo, admitamos que muchas veces la “amenaza” que vemos es una elucubración, proyección o conclusión que realmente no nos pone en peligro.

Podemos explorar, sí.

Pasar meses en terapia. También.

Pero hasta que nos enfrentemos con la circunstancia cara a cara… es poco probable que logremos atravesar el reto.

Y pasarán los meses y los años con ese sueño pendiente.

-

La acción precede a la motivación

Para evolucionar y crecer más allá de nuestras limitaciones, lo último que necesitamos es confort.

No estoy hablando de registrarnos ya en el próximo evento de Tony Robbins 🤪, darnos látigo o empezar a levantarnos a las 3AM para “hacer más”.

Pero sí necesitamos cierto nivel de estrés.

Sabio. Inteligente. Consciente.

Del tipo que surge cuando enfrentamos el miedo ante lo que deseamos.

🔥 Porque la incomodidad es necesaria para el crecimiento y la expansión.
-

Te acompaño a incomodarte :-)

Soy especialista en incomodar consciente y eficazmente a la gente 😅 y tengo varias opciones que puedo ofrecerte en este momento:

  1. Taller Práctico para iniciar el año con Visión, Foco y Sabiduría, en «​Continuum ∞ Membresía​».

    Será un Taller de unas cuatro horas, con perspectivas filosóficas y ejercicios prácticos que te apoyen a priorizar y acercarte de forma consciente y eficiente a ese sueño. .

  2. La comunidad de «​Divenire​» como un espacio para hacer preguntas y obtener respuestas en temas de hijez y de crianza, en dos encuentros íntimos al mes.

    Además tienes un podcast con temas significativos y dos videos cada mes en los que te apoyo a ir poniendo en práctica las teorías.

Ambas comunidades las abro solo los primeros cinco días de cada mes.

Espero que puedas sumarte mañana viernes antes de la media noche.

Cualquier cosa, escríbeme un email y vemos cómo puedo apoyarte.

-

Abrazos muchos, de corazón a corazón,

Evelyn

Mi hijo tiene veinte años.

Como la mayoría de jóvenes se encuentra ante un mundo retador.

Exigente.

Confuso.

Con cara de pocos amigos muchas veces.

-

Lo acompaño en su transición de: joven → a adulto autónomo.

Para él no es fácil.

Admito que para mí como su mamá, tampoco lo es.

Ni como individuo.

-

Todos tenemos sueños

Niños, adolescentes, jóvenes o adultos de cualquier edad tenemos sueños, deseos, intenciones, necesidades.

Tendría lógica que accionáramos en la dirección de lo que, al menos creemos, nos conducirá en la dirección de vivir esos deseos.

¿Verdad?

Lógica tiene, sí.

Pero no sucede así en muchos casos.

Especialmente cuando eso que deseamos representa una amenaza en algún lugar de nuestro inconsciente.

¿Cuántas veces te has sentido en una contradicción al inventarte mil excusas para no hacer eso que tanto dices que quieres hacer?

Suele verse más fácil en otros.

En los hijos es súper fácil notarlo.

Y criticarlo también… sin darnos cuenta que a nosotros nos sucede igualito.

-

Hay razones

El miedo a conseguir lo que queremos puede tener raíces tanto filosóficas como psicológicas, y refleja aspectos complejos de la naturaleza humana.

Desde fuera podemos ver síntomas y es fácil quedarnos enganchados en ellos como si fuera por eso que no hacemos lo que decimos que queremos hacer.

Nos pasa a nosotros… le pasa a nuestros hijos.

Algunos de esos síntomas pueden ser:

  • Sensación de insuficiencia.

  • Miedo a la decepción (propia y de otros)

  • Falta de responsabilidad.

  • Flojera y comodidad.

  • Adicciones que distraen y desvían.

  • Victimización y justificación.

  • Autosabotaje o síndrome del impostor (que nunca son tales en realidad).

  • Procrastinación y evasión.

  • Altos y bajos emocionales e irritabilidad.

-

Ojo con no confundir los síntomas con las causas de fondo detrás de ellos.

Reconocer los síntomas no nos libera de que sigan manifestándose.

Pero es un inicio hacia descubrimientos más profundos.

Además, en lo personal nos ayuda a estar más conscientes y a ser menos reactivos.

Como padres, nos apoya a ser más compasivos y eficientes en el acompañamiento que le damos a nuestros hijos.

Llegar a las raíces detrás de los síntomas que comenté anteriormente toma trabajo de autoindagación y apoyo para ver lo que no vemos.

Pero quedarnos for ever quejándonos de la contradicción en la que nos encontramos —o en la que ellos se encuentran— definitivamente no nos ayudará en nada.

-

Soluciones contraintuitivas

Generalmente solemos evitar aquello que tememos.

¿Verdad?

Es un mecanismo de supervivencia natural y comprensible.

Si bien en ocasiones puede tener sentido hacerlo, admitamos que muchas veces la “amenaza” que vemos es una elucubración, proyección o conclusión que realmente no nos pone en peligro.

Podemos explorar, sí.

Pasar meses en terapia. También.

Pero hasta que nos enfrentemos con la circunstancia cara a cara… es poco probable que logremos atravesar el reto.

Y pasarán los meses y los años con ese sueño pendiente.

-

La acción precede a la motivación

Para evolucionar y crecer más allá de nuestras limitaciones, lo último que necesitamos es confort.

No estoy hablando de registrarnos ya en el próximo evento de Tony Robbins 🤪, darnos látigo o empezar a levantarnos a las 3AM para “hacer más”.

Pero sí necesitamos cierto nivel de estrés.

Sabio. Inteligente. Consciente.

Del tipo que surge cuando enfrentamos el miedo ante lo que deseamos.

🔥 Porque la incomodidad es necesaria para el crecimiento y la expansión.
-

Te acompaño a incomodarte :-)

Soy especialista en incomodar consciente y eficazmente a la gente 😅 y tengo varias opciones que puedo ofrecerte en este momento:

  1. Taller Práctico para iniciar el año con Visión, Foco y Sabiduría, en «​Continuum ∞ Membresía​».

    Será un Taller de unas cuatro horas, con perspectivas filosóficas y ejercicios prácticos que te apoyen a priorizar y acercarte de forma consciente y eficiente a ese sueño. .

  2. La comunidad de «​Divenire​» como un espacio para hacer preguntas y obtener respuestas en temas de hijez y de crianza, en dos encuentros íntimos al mes.

    Además tienes un podcast con temas significativos y dos videos cada mes en los que te apoyo a ir poniendo en práctica las teorías.

Ambas comunidades las abro solo los primeros cinco días de cada mes.

Espero que puedas sumarte mañana viernes antes de la media noche.

Cualquier cosa, escríbeme un email y vemos cómo puedo apoyarte.

-

Abrazos muchos, de corazón a corazón,

Evelyn

Cada otro jueves, nuevas reflexiones sobre hijez y parentalidad consciente para seguir conectando a tu sabiduría.

Cada otro jueves, nuevas reflexiones sobre hijez y parentalidad consciente para seguir conectando a tu sabiduría.

Cada otro jueves, nuevas reflexiones sobre hijez y parentalidad consciente para seguir conectando a tu sabiduría.

Cada otro jueves, nuevas reflexiones sobre hijez y parentalidad consciente para seguir conectando a tu sabiduría.